II Samuel

II Samuel
Biblia de América
PPC Editorial
Madrid, 2013


II Samuel, forma parte de los Nevi’im, que es la segunda de las tres partes en la que se divide el Tanaj (La Ley, Los Profetas y los otros escritos), y el noveno de los libros del Antiguo Testamento de las distintas denominaciones cristinas. Es el cuarto de los libros históricos que se conoce como la historia deuteronomista, que se integra con los textos de: Josué; Jueces; 1 y 2 Samuel; 1 y 2 Reyes.

Los hechos que se narran están relacionados con el reinado de David y van hasta su muerte. Es el período de 1010 a.C. a 970 a.C. Son 40 años. La formación de los dos libros de Samuel pasa por tres momentos: a) En los primeros años de la monarquía, en el siglo XI a.C., se ponen por escrito algunas tradiciones que dan cuenta del espíritu nacionalista reinante y la valoración positiva que se tiene de la instauración de la monarquía; b) En el siglo VIII a.C. se hace una reinterpretación de los hechos a partir de la teología profética, Dios desea antes que los ritos externos, la obediencia de corazón; c)  En el siglo VI a.C., en el destierro de Babilonia, los redactores deuteronomistas articulan los relatos ya existentes en el esquema histórico-teológico que conocemos. Los libros I y II Samuel eran originalmente uno solo. Los traductores de la versión de los LXX los separan. La traducción de los LXX, del hebreo y arameo al griego, se inicia en el siglo III a.C. (c. 280 a.C.), y concluye hacia finales del siglo II a.C. (c. 100 a.C.).

El libro II Samuel da cuenta de la vida y reinado de David, el segundo de los reyes de Israel. Se divide en tres secciones: Los triunfos de David (capítulos 1-10); ,y los problemas de David (capítulos 11-20); apéndice no cronológico, que contiene detalles posteriores del reinado de David (capítulos 21-24). El libro inicia cuando David recibe la noticia de la muerte de Saúl y sus hijos.  Proclama un tiempo de duelo. David es coronado rey sobre Judá. Cambia la capital del Hebrón a Jerusalén y más tarde transporta el Arca del Pacto. Quiere  construir un templo en Jerusalén, pero Dios se lo impide. Él le promete a David: tendrá un hijo que gobernará después de él; el construiría el templo; el trono ocupado por el linaje de David seré establecido para siempre; Dios jamás apartaría su misericordia de la casa de su hijo.

David conduce a Israel a la victoria sobre muchas naciones enemigas, las cuales se les rindieron. Él también muestra su bondad con la familia de Jonatán al aceptar y retribuir a Mefi-boset, el hijo lisiado de Jonatán. David codicia a Betsabé y comete adulterio con ella y luego manda matar a su esposo. El profeta Natán confronta a David con su pecado. Él lo reconoce y Dios lo perdona, pero le dice que habrá problemas en su familia.

El hijo primogénito de David, Amnón, viola a su media hermana, Tamar. Absalón, el hermano de Tamar, en venganza mata a Amnón. Absalón huye de Jerusalén en lugar de enfrentar la ira de su padre. Después, Absalón encabeza una revuelta contra David, y algunos de los colaboradores más allegados a David, se unen a la rebelión. David es forzado a salir de Jerusalén, y Absalón se establece él mismo como rey por corto tiempo. Sin embargo el usurpador es derrocado, y –contra los deseos de David- es asesinado por la gente de David, quien  llora a su hijo.

El resto del reinado de David se caracteriza por un clima de inquietud. Un grupo amenazan con separarse de Judá, y David debe sofocar la insurrección. El apéndice del libro incluye información sobre tres años de hambre en la tierra (capítulo 21), una canción de David (capítulo 22), un registro de las hazañas de los guerreros más valientes de David (capítulo 23), y el pecaminoso censo de David y la consiguiente plaga (capítulo 24).

El mensaje religioso del texto histórico-teológico es que cualquiera puede fallar. Incluso el rey ideal que es David, que realmente quiere seguir la voluntad de Dios, cae en pecado. Dios es clemente y perdona aún los pecados más atroces cuando hay un verdadero arrepentimiento. La herida causada por el pecado no siempre borra la cicatriz y tiene consecuencias incluso después del perdón.

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