La parábola de Pablo Auge y caída de un gran capo del narcotráfico

La parábola de Pablo
Auge y caída de un gran capo del narcotráfico
Alonso Salazar J.
Editorial Planeta
México, 2012
Pp. 352


Es una investigación periodística que reconstruye la vida del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria y también, para dar cuenta de su personaje, lo hace de los otros integrantes del Cartel de Medellín y de la Colombia de mitad de los setenta al inicio de los noventa.

La obra ofrece el resultado de un trabajo serio que revisó las obras escritas sobre el tema, se sumergió en archivos, entrevistó a familiares, a amigos y enemigos de los narcotraficantes y también a las autoridades civiles y militares relacionadas con el caso.

El autor ofrece un acercamiento a la figura de Escobar que resulta compleja como es el personaje. Aparece el buen padre de familia, el hijo y el hermano solidario, el mecenas social y también el hombre despiadado, el criminal frío que no tiene límite.

Hay un esfuerzo por dejar que sean los datos y los hechos los que hablen. No se hace nunca presente las visiones maniqueas. El autor toma distancia de los acontecimientos y evita el uso de los calificativos. Siempre describe, da cuenta, narra los eventos, pero no los juzga.

Resulta difícil comprender las muy distintas facetas de la vida de Escobar y también entender qué lo movía y  buscaba. Me quedo con la imagen de un hombre que vivió fuera de la realidad, que no tenía conciencia del límite.

En la obra hay también un acercamiento a los otros integrantes del Cartel de Medellín como El Mexicano, Carlos Lehder y los miembros de las familias Ochoa, Moncada y Galeano. Hay también retratos de los subalternos y de la relación que guardaban con sus jefes.

Es precisa la descripción que se hace de la penetración del narcotráfico en todo el sistema político, que abarca los Poderes del Estado y los órdenes de gobierno. Se abunda en el manejo que el narco tenía del Ejército y la policía y también del aparato judicial.

Se habla también de los hombres y mujeres que ejercen cargos públicos y deciden resistir y no doblarse a la voluntad de los narcotraficantes. Todos, ellos mismos sabían cuál sería su fin, terminan siendo asesinados en Colombia o en el extranjero.

Esta presente la guerrilla, de manera particular el M-19, y los contactos que hubo entre ésta y el narcotráfico. Se presenta también el surgimiento de los paramilitares que actúan de la mano del gobierno, pero que también tuvieron relación con la guerrilla.

El último capítulo, el diez, da cuenta de los últimos días en la vida de Escobar. Es el tiempo que va de su huída de la cárcel a su muerte a manos de las autoridades. Se ve cómo se cae el imperio que alguna vez manejó a su antojo.

En este período está muy presente su preocupación por el futuro de su familia, por Victoria, su mujer, y sus hijos Juan Pablo y Marcela. Es esta, que se expresa en llamadas constantes, la que finalmente lo lleva a la muerte.

El trabajo del autor permite adentrarse a la historia de la Colombia de esos años donde el Estado era preso del fuego cruzado de narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares y la violencia había alcanzado niveles insospechados.

Un dato da cuenta de la situación que se vivía en esos años. En 1990 en Medellín hubo 360 crímenes dolosos por cien mil habitantes. Es una cifra que parece estar fuera de la realidad, pero así ocurrió.

El trabajo de Salazar da cuenta de ese mundo, en el que vivió Escobar, él mismo fue uno de sus creadores, y lo hace de manera ágil y con una abundancia de datos, producto de su investigación, que se agradece.

Esta obra es la base para construir el argumento de la serie de televisión colombiana Pablo Escobar: El patrón del mal. La primera edición de la obra de Salazar se publicó en Colombia en 2001.

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